David Bernardo Ramón y Cajal UVa
enfermedad celiaca - enfermedad inflamatoria intestinal - inmunología de las mucosas - células dendríticas - macrófagos - SARS-CoV-2 - citometría de flujo

David Bernardo

ÁREA GRUPO DE INVESTIGACIÓN INSTITUTO
Inmunología Mucosal Immunology Lab Instituto de Biomedicina y genética Molecular (IBGM)
Mi carrera investigadora

Asturiano y del Sporting, me licencié en Biología por la Universidad de Oviedo donde también obtuve el Diploma de Estudios Avanzados (ahora máster) en Genética Molecular y Evolutiva. Me incorporé en la UVa en 2005 como investigador pre-doctoral en el grupo de Alergia e inmunidad de las mucosas bajo la supervisión de los Dres. Eduardo Arranz y José A. Garrote. Tras realizar una estancia en 2006 de 6 meses en la Vrije Universiteit Medisch Centrum de Amsterdam, decidí encaminar mi trabajo al estudio de las células dendríticas y los macrófagos del intestino mediante la citometría de flujo. Defendí mi Tesis en la UVa en 2008 sobre inmunología de la enfermedad celiaca, lo que me permitió incorporarme con un contrato Marie Curie en el laboratorio de Prof. Stella Knight en el Imperial College London en 2009, primero como post-doc junior y posteriormente como post-doc senior. En 2015, acepté una oferta para desarrollar y coordinar el laboratorio de investigación básica de la Unidad de Enfermedad Inflamatoria Intestinal en el Hospital Universitario La Princesa (Madrid) bajo la supervisión del Dr. Javier P. Gisbert, lo que me permitió complementar mi formación desde un punto de vista más clínico. Tras obtener un contrato Ramón y Cajal, en 2019 me incorporé como investigador Principal en el laboratorio de Inmunología de las mucosas del IBGM, donde continúo desarrollando mi trabajo y montando mi línea de investigación independiente.

Mi investigación

Soy un apasionado de las células presentadoras de antígenos (células dendríticas y macrófagos) de la mucosa intestinal humana, tanto en condiciones de homeostasis como en procesos donde estas células han perdido su función reguladora y, por el contrario, montan una respuesta inmune exacerbada frente a determinados antígenos de la dieta (enfermedad celiaca) o de la flora comensal (enfermedad inflamatoria intestinal. Para ello, he desarrollado una amplia red de trabajo con los servicios de digestivo y cirugía digestiva del Hospital Universitario Río Hortega y del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, para obtener muestras primarias (sangre y tejido) de pacientes con ambas patologías. Gracias a la obtención en la última convocatoria INFRARED de la Junta de Castilla y León, hemos incorporado un citómetro espectral de 5 láseres y 67 detectores que nos permite caracterizar el fenotipo y función de estas células en profundidad. En concreto, nos gustaría identificar los mecanismos mediante los que los monocitos y las células dendríticas de la sangre infiltran la mucosa intestinal en homeostasis e inflamación, así como identificar las señales que hacen que se diferencien hacia células tolerogénicas en ausencia de inflamación pero que, sin embargo, parecen estar perdidas en los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal o enfermedad celiaca. Desentrañar estos mecanismos nos permitiría profundizar en las bases etiopatogénicas de la inflamación intestinal, ayudando a identificar nuevas dianas terapéuticas o incluso nuevos biomarcadores que permitan un manejo más eficiente y racional de estos pacientes. Finalmente, y debido a la crisis surgida a través de la pandemia COVID-19, nuestro grupo ha abierto una nueva línea de investigación donde, partiendo desde nuestro conocimiento sobre inmunología humana, pretendemos identificar nuevos biomarcadores de pronóstico en la infección, pero también caracterizar la respuesta inmune que se desarrolla siguiendo la inmunización (natural o artificial) frente al SARS-CoV-2.

Mi visión es que la simbiosis entre investigadores translacionales (como es mi caso) y clínicos, es imprescindible para profundizar en el conocimiento de las patologías humanas. Es por ello que en mi grupo no utilizamos modelos murinos ni líneas celulares, centrándonos únicamente en el estudio de muestras primarias de pacientes y población control. Si queremos que la investigación repercuta en la práctica clínica, entonces debemos dialogar con nuestros compañeros clínicos para entender sus necesidades y tratar de darles respuesta desde el laboratorio.